sábado, 5 de febrero de 2011

“A cada paso creamos nuestro propio universo” (Wiston Churchill).

“A cada paso creamos nuestro propio universo” (Wiston Churchill).

Bueno, esto ha terminado. Todo tiene un principio y un final aunque, mejor dicho,todo pasa y todo queda... Pasa el tiempo pero queda la esencia. Me llevo para mi cosecha buenos nutrientes, destacando entre todos ellos la perspectiva otorgada por la asignatura, mejor dicho, por el profesor, la de, por así decirlo, la “dialéctica interrelacional”, es decir, asumir al mundo como una constante dinámica en la que todos los hechos, desde los más pequeños a los más grandes, está relacionados, y buscar esas interrelaciones para comprender su configuración. También me llevo la experiencia de un profesor que busca la participación del alumno, que busca escucharle (y eso es algo que no abunda en nuestra “excelentísima” universidad), o la de potenciar la reflexividad y ser capaz de materializarla en negro sobre blanco, o la de aprender de los errores y tirar para adelante.

Estamos en un momento crucial de nuestras vidas, en las que nuestros proyectos futuros están construyéndose hoy… Propósitos, metas, expectativas que dependen de lo que hagamos desde ahora.
Me ha dado por buscar en el baúl de los recuerdos, y he encontrado un artículo que escribí para el periódico del instituto al que fui, periódico cuya idea inicial salió de mi cabeza (me gusta cambiar a mejor los lugares en los que estoy y recordarme mis pequeños triunfos). Un artículo que pongo para dar fuerzas y, sobre todo, para recordarme porque hago lo que hago, y asumir todos los cambios que se generan a nuestro alrededor y que se escapan de nuestro control…
Siempre es mejor fijarse en el aspecto positivo de las cosas, al fin y acabo nuestra visión del mundo depende de nuestra voluntad, y mejor si esa voluntad es vivaz y positiva… ¡Suerte!, ¡mucha suerte con vuestros proyectos!


Abre los ojos y levántate.

Sinceramente tengo muy poca experiencia en esto de la vida. Llevo poco tiempo aprovechando los momentos que me brinda este continuo proceso de aprendizaje, de interacción con mis semejantes, de mostrar al resto de lo que puedo ofrecer, y viceversa… Pero uno aprende cosas importantes.
Uno aprende a disfrutar de cada momento, de exprimirlo, de estar al lado de un amigo/a sin decir nada y simplemente disfrutar de su compañía, y lo mismo con otro ser querido. Aprende a agradecer y a ser consciente de lo privilegiado que se es al tener tantas cosas en el entorno sin haber hecho nada, y no me refiero sólo a los bienes materiales, sino a unos padres y a una hermana que comparten su vida conmigo y que se preocupan por mí, a la oportunidad de poder estudiar y formarme no sólo como una pieza más del engranaje de la maquinaria laboral, sino como persona; también de poder levantarse cada mañana del frío invierno y estar calientito en casa y poder, con el más mínimo esfuerzo, dirigirse a la cocina y prepares un banquete para desayunar; también de salir a la calle y pasear con tranquilidad sin temor de cruzarse con un tanque, con un soldado o con la cara de la muerte… Y como éstos, infinitos detalles cotidianos que pasan desapercibidos.
Otra cosa que uno aprende es a crecer como persona, a tener en consideración a aquellos que le rodean. No os podéis imaginar lo que uno puede llegar a conseguir simplemente poniéndose en el lugar del otro a la hora de tomar una decisión. No hay mayor recompensa en el mundo que un ser querido se dirija hacia ti y te abrace, te de un beso, o te haga cualquier otro gesto de cariño. Y eso solo se consigue de una forma, y no es otra que siendo tú mismo.
También se aprende que nadie es más o menos que nadie. Todos somos iguales, todos nos necesitamos para tener una vida plena, queremos tener cerca a alguien que nos quiera y a quien dar nuestro cariño. Todos venimos del vientre de nuestra madre, todos necesitamos oxígeno, agua o alimentos para subsistir y todos materializamos nuestras funciones vitales. Al parecer, desde una perspectiva biológica somos un 99% iguales, y es ese 1% de libertad para ser nosotros mismos lo que nos lleva a situaciones realmente lamentables: racismo, machismo, homofobia, discriminación de personas que sufren algún tipo de minusvalía, etc. ¿Qué sería de nosotros si el porcentaje fuera a la inversa? Afortunadamente ese mismo porcentaje hace que una persona sea solidaria, amable… todo depende de cómo haya crecido y también de sus ganas.
Una cosa más que uno no deja de aprender es que cada peldaño de su vida tiene que sudarlo, que lucharlo. Nadie va a hacer nada por ti si tú mismo no lo haces, y no hay mejor recompensa que saborear la victoria por tus méritos, quedarte satisfecho contigo mismo. No hay nada imposible si sabes esperar. Si realmente quieres algo, has de ser paciente y coger lo tuyo a tiempo, aunque se haga de rogar, porque lo importante es levantarse tras haberse caído y seguir luchando por aquello que se quiere confiando siempre en uno mismo.



 


 




Por ejemplo...

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