sábado, 5 de febrero de 2011

¡LIBERTAD! (y el derecho a luchar por ella)




Hace tiempo escribí sobre Cantoná y sus ideas para sacudir la banca sacando el dinero de las cuentas (cosa que hice, Botín se debe estar riendo hasta ahora, que se joda), y las comparé con la ineficacia de las huelgas y su errada puntería para golpear a quien hacía daño, convirtiéndose en nada más que otra modalidad de pan y circo para la gente, que salía, protestaba el día señalado, y volvía a casa tan tranquila sintiéndose satisfecha, sin darse cuenta que eso probablemente sí hizo atorársele el croissant a más de un ricachón en el desayuno, entre carcajada y carcajada…
Sigo pensando igual, que esa espontaneidad programada y explosión limitada es penosa, inefectiva y borreguil… eso no cambia nada. En cambio, lo que está pasando en el mundo árabe hoy en día es distinto. Estamos siendo testigos de un gran cambio, y hay que andar con los ojos y oídos muy, muy abiertos, a ver si al fin aprendemos algo…
El derecho a vivir es algo que nadie puede discutirnos ni arrebatarnos. Pero no confundir vivir como simple antónimo de estar muerto; tenemos derecho a vivir, pero dignamente, a sonreír, a ser libres, a bailar, a follar, a abrazarnos y besarnos, y a elegir con quién lo hacemos y cuándo lo hacemos… el que gobierna es simplemente uno como nosotros, uno de nosotros, tan igual a nosotros, que nosotros elegimos colocar ahí para que haga lo que nosotros le pedimos… piensen en los líderes actuales, y pregúntense si realmente se cumple esa descripción…
La gente está harta, y con razón. El mundo árabe, de lo menos “civilizado” que queda, para lo bueno y para lo malo, permite mayor capacidad de rebelión, de ésa que tira abajo gobiernos y escribe la historia… el luchar por la libertad es un derecho, y también un deber; como cantaba Silvio “hoy mi deber era cantarle a la patria, alzar la bandera, sumarme a la plaza”… qué orgullo y envidia siento por el indómito pueblo árabe,  por los iraquíes que no se dejan dominar por los de McDonald’s, por los tunecinos que largaron a patadas al dictadorsucho de mierda aquel, por los egipcios que están hoy en las calles señalándole la puerta de salida a Mubarak, y que hoy veo personificados en Waseem Wagdi, que se emociona y emociona hablando de la libertad, y el derecho a luchar por ella.
Y a los líderes del mundo… qué lástima siento por ustedes, una vez más. Que la vida les cobre su cobardía y mezquindad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario