lunes, 25 de octubre de 2010

El límite somos nosotros

El límite somos Nosotros


El presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, ha encendido la mecha de una bomba que estaba lista para explotar desde hace tiempo. Su gobierno ha presentado un proyecto de ley, que se debate actualmente en el Senado, que pretende retrasar la edad de jubilación de 60 a 62 años, y la edad a la que debe jubilarse un trabajador que no haya cotizado el tiempo necesario para cobrar la pensión entera, de 65 a 67 años. Esto hizo que el 12 de octubre comenzara una huelga renovable cada 24 horas encabezada por sectores como el de transportes o la refinería, y a la que se han incorporado los estudiantes, incluso de secundaria. El espectro de Mayo del 68 se cierne sobre las autoridades francesas, que tratan de evitar a toda costa hablar de huelga general y juegan a paliar las causas que podrían hacer estallar el polvorín en Francia, especialmente por voz del Primer Ministro, François Fillon, quien declaró que en ningún caso se va a producir un desabastecimiento de combustible. Sin embargo, Sarkozy parece no atender a las protestas y tiene la intención de imponer su autoridad manteniéndose firme en su decisión de sacar adelante la propuesta porque la considera “de justicia social”. Pese a que la moción sufrió alguna pequeña modificación el 8 de octubre, ya no está dispuesto a hacer “ninguna concesión más”, en palabras del mandatario galo.
Esta medida forma parte del modelo neoliberal que están siguiendo en los últimos tiempos los grandes países para salir de la crisis. Como se ha dicho en clase, “si no produces no vives”; y claramente una persona que trabaja hasta los 62 (o hasta los 67 como se pretende en España) produce más que otra que finaliza su actividad laboral a los 60 años. Un caso más flagrante es el de un trabajador minero, que en determinados casos la legislación les reconoce el derecho a recibir pensión de jubilación a partir de los 45 años. Aplazar la edad de jubilación o disminuir el gasto público, como hemos visto que ha ocurrido con lareducción de fondos para la educación en Gran Bretaña, son parte de la solución superficial que se le está dando a la crisis que amenaza desde 2008 al sistema capitalista. El Estado necesita recuperar el dinero perdido para subsanar el déficit, y si para ello un minero tiene que jubilarse a los 60, aun a costa de los más que posibles perjuicios para su salud, no se tiene ningún miramiento. La consigna es comprar e inducir a hacerlo: si el dinero no se detiene los cabos están atados.
Sin embargo, la gente no quiere pasar por el aro. Socializar los gastos y privatizar los beneficios no es un plato que quiera pagarse fácilmente, de ahí que la mecha que ha encendido Sarkozy haya hecho salir a la calle hasta a los jóvenes para expresar, simplemente, que no estamos dispuestos a seguir asintiendo. Cuanto más se neoliberalizanlos gobiernos, más se deshumaniza a las personas que lo votaron. Y otra vez la misma rueda vuelve a girar. Nadie quiere sentirse vilipendiado sabiendo que está pagando con su esfuerzo el error que otros, con más poder que él, cometieron. Ya no vale argumentar falta de crédito en las arcas públicas para prolongar la edad de jubilación, porque no es la solución. El recurrido dogma de “los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres” cala con más profundidad en la conciencia popular cuando empresas comoMonsanto o Moody’s, multinacionales con un peso político preocupante, se lucran cada día hasta convertirse en los titanes económicos del mundo actual. Se amparan en las leyes que los protegen favoreciendo la desregularización, aumentan su cotización en bolsa, llevan actividades que en muchos casos son tremendamente perjudiciales para la salud humana; y sin embargo, son el Senado y el Congreso, la Policía y el Ejército del mundo en el que vivimos.
Tenemos rostro, tenemos cara, tenemos ojos, tenemos manos, tenemos mujer, tenemos hijos, somos los braceros de este sistema esclavista. No nos pueden ver desde esos edificios: BBVA, Banco Santander, Caixa, Caja Madrid… Sí, ministerios, sois cómplices, y vais a ver a vuestras victimas queráis o no queráis”.
“S.O.S. Regresé”, Nega. Del disco Geometría y Angustia (2008).

1 comentario:

  1. Es la historia de un des-amor .... si amamos el dinero y el éxito .... no sabemos que es amar.

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