lunes, 25 de octubre de 2010

Nacer como víctimas

Nacer como víctimas


En principio, una noticia sobre violencia de género parece una noticia local, poco apropiada para una asignatura cuyo nombre incluye la palabra “mundial”. Pero la escala local de la existencia no es independiente de la escala mundial, de los fenómenos globales.

El asesinato sistemático de mujeres a manos de hombres es un fenómeno mundial, y se llama feminicidio. El feminicidio es el asesinato misógino de mujeres por parte de hombres, y también el conjunto de hechos violentos que se ejercen contra las mujeres y que, en ocasiones, culminan con el homicidio de niñas y mujeres.

No es un simple asesinato, como el que se pueda cometer a consecuencia de un robo. Se trata de situaciones en las cuales se acepta que las mujeres mueran como resultado de lo que en último término son prácticas, o al menos regulaciones, sociales. Es decir, que son prácticas marcadas por un ambiente ideológico misógino y patriarcal.

Este tipo de violencia contra las mujeres abarca desde la cirugía estética (que no deja de consistir en mutilar un cuerpo en nombre de un canon de belleza impuesto) hasta el asesinato, pasando por el hostigamiento sexual, la violación, la tortura, la mutilación genital, etc.

La mayor parte de las mujeres asesinadas, es decir, la mayor parte de las víctimas del feminicidio global mueren a manos de sus parejas en la culminación de un alarga cadena de abusos y agresiones. Por ejemplo, en el feminicidio de Ciudad Juárez, lo más probable es que más del 80% de las mujeres asesinadas hayan muerto a manos de sus parejas. Pero las autoridades minimizan estas cifras, las atribuyen a asesinos en serie e incluso culpabilizan a las víctimas. En el resto del mundo, la cosa no cambia. Los asesinatos se atribuyen a los celos, que a su vez se considera un sentimiento normal y una causa normal de violencia.

A esto hay que añadir otras prácticas homicidas, como el asesinato por honor, la lapidación, la mutilación genital femenina, la desprotección durante el embarazo y el aborto, los abortos selectivos, el infanticidio femenino, la violencia sexual en el conflicto armado y también fuera de él.

En algunos países se está promulgando un nuevo marco jurídico, pero no es suficiente. Las mujeres nacemos como víctimas, nos viene de serie. Por eso, si podemos, tenemos el derecho y el deber de dejar de serlo.

1 comentario:

  1. Si, es cierto, no es posible que sigamos siendo tan ignorantes e incultos, tan agresivos y tan profundamente dominadores y esclavizadores ..... este no es un hecho aislado. Todos los días convivimos con muchos hechos transversales que dan evidencia de la sociedad agresiva, competitiva y egoista en que vivimos.

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