Ayer tuvimos la oportunidad de presentar nuestro trabajo en clase. Siendo la anteúltima clase del semestre, y sabiendo que a todos se les vienen los exámenes encima, me gustó ver a tanta gente presente. Sé que la asistencia era obligatoria, y más allá de eso, que era lo correcto asistir. De todas maneras, uno no sabe lo que va a terminar haciendo la gente, y por suerte la gran mayoría estuvo ahí ayer.
Sentí que la presentación salió bien. Habiendo escrito más de 10 000 palabras entre los tres, nos dimos cuenta de que sería imposible replicar/resumir el trabajo en una presentación de 20 minutos. Por lo cual, decidimos compartir unos ‘flashes’ de lo que más nos marcó a lo largo de esta investigación, y me sentí muy bien al ver que casi todos los presentes parecían escucharnos con atención e interés.
Como anunciamos ayer, decidimos compartir el producto final del trabajo, así como también el power point, con todos. Éstos fueron colgados ayer en este mismo blog.
También me sentí muy bien al ver que pudimos hacer que todos participaran un poco en nuestro proyecto – aunque sea diciendo sólo una palabra al inicio de clase, a través del pequeño ejercicio de ‘primeras impresiones’ que hicimos.
Como dije ayer en clase, creo que en esta materia aprendimos sobre economía pero también sobre mucho más – literatura, constancia, dedicación, cooperación e innovación, entre otras cosas. Fue por eso que decidimos empezar nuestra presentación con un pequeño ejercicio que tuviera que ver con todos estos elementos que exploramos a lo largo de estos meses.
Me quedé más tranquila cuano escuché las palabras del profesor acerca de haber llegado a un 20% de nuestro potencial como grupo. Porque para ser honesta, yo leía muchos blogs que decían que el trabajo en grupo y el aprendizaje habían sido fenomenales y [insertar más palabras positivas]… Y sin embargo, a mí me parecía que todas las propuestas estaban planteadas, pero en ningún momento sentí que nadie se dedicase a esto al 100%.
Por otro lado me parece natural, porque esta asignatura es, al final de cuentas, una entre varias de las que nos tocó cursar este semestre. Y siendo realistas, dedicarse al 100% en cada una de las asignaturas que hacemos (y aún mantener actividades e intereses fuera de la facultad) es difícil. Sin embargo, creo que el mensaje nos quedó claro – sin cooperar no vamos a llegar a ningún lado. Espero que esta experiencia nos haya servido a todos para empezar a mejorar este aspecto de nuestra formación de y nuestra vida profesional.
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