5 REFLEXIONES DESDE EL SUR DEL MUNDO, ANTES QUE DEN LAS 12…
Escribo esto desde la casa familiar, al sur de Chile, cerca de un poblado que se llama Vilcún… he venido a pasar las fiestas con mi padre y su familia, luego de 10 años sin celebrarlas juntos, y me regreso en unos días a Madrid con algunos regalos, muchas fotos y recuerdos, y algunas reflexiones…
Mi viaje empezaba el martes 21 de diciembre, con un vuelo que salía desde Amsterdam rumbo a Santiago de Chile… y que hacía cambio de avión en Madrid. Primera reflexión aquí: cómo es posible que el usuario haya perdido tanto poder frente al servicio que él contrata y que mantiene con su dinero, para que teniendo la opción de tomar el vuelo en su ciudad, se le obligue a viajar hasta otra para tomar un vuelo que horas después hace una escala en el punto de inicio del viaje???
Pues bien, la idea era viajar con calma de Madrid a Bruselas, tomar el tren a Amsterdam, y tomar el vuelo a Chile… pero se empezaron a cerrar los aeropuertos, no por controladores aéreos, sino por los controladores del todo, el amigo clima y sus antojadizas nevadas… tuve que correr un día antes a Amsterdam directamente en el único vuelo que encontré y pasar la noche ahí, y fue bajar del avión y buscar mi maleta cuando la encontré abierta y revuelta, con los candados rotos en la bandeja de equipaje, sin que nadie me diera una explicación más que una “habrá sido una revisión de rutina” por parte del centro de quejas del aeropuerto, pero nadie de la propia aerolínea… segunda reflexión: digo yo, ¿será casualidad que en un vuelo casi vacío, mi pasaporte peruano no haga muchos amigos? Entiendo que sea posible que por medidas de seguridad abran a la fuerza una maleta para revisarla (ya podrían haberse tomado el rato en preguntar y se las abría feliz de la vida), pero ¿puede llegar el maltrato al punto que nadie te ofrezca una explicación, y que volviendo a Madrid tenga que pasar por el engorroso trámite de enviar faxes y llamar a teleoperadores que les interesa poco el tema, pagando por las llamadas y faxes yo, por algo que no he generado yo sino de lo que soy la única víctima? Cuánto poder ha perdido el usuario frente a todo, madre mía…
Luego de la mala noche, la nieve, los retrasos y demás percances, pude tomar el vuelo hacia Chile, 12 horas metido en la lata para volver a lo mío y a los míos por unos días… tercera reflexión aquí: pensaba en todos aquellos que hicieron el mismo viaje a través de los últimos años, décadas, siglos, sin Internet ni teléfono ni aviones, pero todos con el común de alejarnos miles de kilómetros buscando una vida mejor y más feliz, volviendo a ver esporádicamente a los que dejas detrás hasta que un día vuelves y no están más; cuán alto es el precio a pagar a veces, la distancia duele a veces, mucho…
En estos días he vuelto a empaparme de mi querida realidad americana (la verdadera, no la del McDonald’s), de la calidez de su gente, de su miseria y su alegría, de sus paisajes espectaculares y su aparente retraso comparado con Europa, pero que si lo piensas bien, toca lanzar una cuarta reflexión: habría que preguntarse quién vive mejor, si el europeo pagando precios inflados por pisos enanos y comida enlatada, o los que viven en pequeños pueblos y se pueden pagar (o construir) casas de verdad, no esos chalets producidos en serie, comiendo fruta que sabe a fruta, respirando aire puro, riéndose de la vida y aceptando una realidad de esfuerzo humilde y honesto; queda mucho aun por aprender de aquellos a quien buscamos cambiar para que “mejoren”…
Paseando por todo el sur de Chile, entre lagos y volcanes, encontramos un pueblo llamado Gorbea, fundado por inmigrantes holandeses, entre los que estaban antepasados directos de primos míos holandeses que me han acompañado en este viaje a las raíces (el mundo es un pañuelo arrugado!!)… quinta reflexión, y ya voy terminando: en unos cien años, ¿Madrid pondrá monumentos a los peruanos, ecuatorianos, rumanos, polacos, africanos, que se rompen el lomo día sí y día también, en agradecimiento por su granito de arena en el desarrollo de la ciudad y su gente? o visto de otro lado: a esos inmigrantes holandeses, ¿les habrán intentado imponer algún contrato de integración para inmigrantes?
Acaban de dar las 12 en Europa, acá faltan unas horas para empezar el nuevo año… amigos europeos que ya empezaron a gastar el 2011 nuevecito: cuídenlo, cuídense, y quiéranse, mucho…
Mi viaje empezaba el martes 21 de diciembre, con un vuelo que salía desde Amsterdam rumbo a Santiago de Chile… y que hacía cambio de avión en Madrid. Primera reflexión aquí: cómo es posible que el usuario haya perdido tanto poder frente al servicio que él contrata y que mantiene con su dinero, para que teniendo la opción de tomar el vuelo en su ciudad, se le obligue a viajar hasta otra para tomar un vuelo que horas después hace una escala en el punto de inicio del viaje???
Pues bien, la idea era viajar con calma de Madrid a Bruselas, tomar el tren a Amsterdam, y tomar el vuelo a Chile… pero se empezaron a cerrar los aeropuertos, no por controladores aéreos, sino por los controladores del todo, el amigo clima y sus antojadizas nevadas… tuve que correr un día antes a Amsterdam directamente en el único vuelo que encontré y pasar la noche ahí, y fue bajar del avión y buscar mi maleta cuando la encontré abierta y revuelta, con los candados rotos en la bandeja de equipaje, sin que nadie me diera una explicación más que una “habrá sido una revisión de rutina” por parte del centro de quejas del aeropuerto, pero nadie de la propia aerolínea… segunda reflexión: digo yo, ¿será casualidad que en un vuelo casi vacío, mi pasaporte peruano no haga muchos amigos? Entiendo que sea posible que por medidas de seguridad abran a la fuerza una maleta para revisarla (ya podrían haberse tomado el rato en preguntar y se las abría feliz de la vida), pero ¿puede llegar el maltrato al punto que nadie te ofrezca una explicación, y que volviendo a Madrid tenga que pasar por el engorroso trámite de enviar faxes y llamar a teleoperadores que les interesa poco el tema, pagando por las llamadas y faxes yo, por algo que no he generado yo sino de lo que soy la única víctima? Cuánto poder ha perdido el usuario frente a todo, madre mía…
Luego de la mala noche, la nieve, los retrasos y demás percances, pude tomar el vuelo hacia Chile, 12 horas metido en la lata para volver a lo mío y a los míos por unos días… tercera reflexión aquí: pensaba en todos aquellos que hicieron el mismo viaje a través de los últimos años, décadas, siglos, sin Internet ni teléfono ni aviones, pero todos con el común de alejarnos miles de kilómetros buscando una vida mejor y más feliz, volviendo a ver esporádicamente a los que dejas detrás hasta que un día vuelves y no están más; cuán alto es el precio a pagar a veces, la distancia duele a veces, mucho…
En estos días he vuelto a empaparme de mi querida realidad americana (la verdadera, no la del McDonald’s), de la calidez de su gente, de su miseria y su alegría, de sus paisajes espectaculares y su aparente retraso comparado con Europa, pero que si lo piensas bien, toca lanzar una cuarta reflexión: habría que preguntarse quién vive mejor, si el europeo pagando precios inflados por pisos enanos y comida enlatada, o los que viven en pequeños pueblos y se pueden pagar (o construir) casas de verdad, no esos chalets producidos en serie, comiendo fruta que sabe a fruta, respirando aire puro, riéndose de la vida y aceptando una realidad de esfuerzo humilde y honesto; queda mucho aun por aprender de aquellos a quien buscamos cambiar para que “mejoren”…
Paseando por todo el sur de Chile, entre lagos y volcanes, encontramos un pueblo llamado Gorbea, fundado por inmigrantes holandeses, entre los que estaban antepasados directos de primos míos holandeses que me han acompañado en este viaje a las raíces (el mundo es un pañuelo arrugado!!)… quinta reflexión, y ya voy terminando: en unos cien años, ¿Madrid pondrá monumentos a los peruanos, ecuatorianos, rumanos, polacos, africanos, que se rompen el lomo día sí y día también, en agradecimiento por su granito de arena en el desarrollo de la ciudad y su gente? o visto de otro lado: a esos inmigrantes holandeses, ¿les habrán intentado imponer algún contrato de integración para inmigrantes?
Acaban de dar las 12 en Europa, acá faltan unas horas para empezar el nuevo año… amigos europeos que ya empezaron a gastar el 2011 nuevecito: cuídenlo, cuídense, y quiéranse, mucho…
… feliz 2011, y que vengan muchos más!!
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