El mecanismo de la investigación científica
Las investigaciones científicas siguen un esquema de actuación. El conocimiento científico siempre se inicia a partir de los hechos, de la observación de los mismos, “el mecanismo científico consiste en recoger una serie de hechos, para obtener leyes y conclusiones de orden más general”. Cualquier observación es ya en sí misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc.
La esencia de los hechos se descubre tras la apariencia de los fenómenos, tenemos que comprender la relación interna que existe entre ellos y conocer las leyes de su nacimiento y desarrollo.
Una vez hecho todo esto es necesario avanzar más y encajar estos resultados obtenidos a través de la observación en un esquema coherente. La totalidad debe constituir una explicación verosímil en la cual todos los hechos observados encuentren una explicación y estén unidos entre sí.
Por lo tanto, la segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. La cualidad consiste en poseer una fantasía creadora, este aspecto es de gran importancia para la investigación científica. La fantasía es la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, es la capacidad de reflejar, conocer y modificar la realidad. La fantasía se complementa con la intuición.
La tercera etapa del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar el análisis de los hechos ya conocidos, controlando de todas las formas posibles el grado en que las conclusiones del investigador se ven justificadas y buscando siempre nuevos hechos capaces de confirmar las hipótesis formuladas.
La cuarta y última etapa consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.
La esencia de los hechos se descubre tras la apariencia de los fenómenos, tenemos que comprender la relación interna que existe entre ellos y conocer las leyes de su nacimiento y desarrollo.
Una vez hecho todo esto es necesario avanzar más y encajar estos resultados obtenidos a través de la observación en un esquema coherente. La totalidad debe constituir una explicación verosímil en la cual todos los hechos observados encuentren una explicación y estén unidos entre sí.
Por lo tanto, la segunda etapa del trabajo científico consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. La cualidad consiste en poseer una fantasía creadora, este aspecto es de gran importancia para la investigación científica. La fantasía es la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad, es la capacidad de reflejar, conocer y modificar la realidad. La fantasía se complementa con la intuición.
La tercera etapa del trabajo científico consiste en comprobar rigurosamente que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos, para lo cual será preciso volverlos a observar, ampliando si es necesario el campo de observación a nuevos fenómenos, así como en profundizar el análisis de los hechos ya conocidos, controlando de todas las formas posibles el grado en que las conclusiones del investigador se ven justificadas y buscando siempre nuevos hechos capaces de confirmar las hipótesis formuladas.
La cuarta y última etapa consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada anteriormente.
Pero, ¿dónde ha de iniciarse la investigación? ¿En la formulación teórica o en el análisis empírico? La visión global de la realidad precede siempre al análisis de los hechos empíricos.
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