martes, 4 de enero de 2011

en respuesta al profesor...

en respuesta al profesor...

En respuesta a la entrada publicada por el profesor, titulada 'Un blog que es fuente de interacción y de comunicación', escribí el siguiente comentario que, por su extensión, no se me permitía publicar en ese espacio.  

No estoy del todo de acuerdo, profesor. ( No por el contenido y la intención ,que comparto, sino porque creo que hay un error de entendimiento del conflicto).
Cuando usted dice: "Todo lo que tenga que ver con el control o con la nota o el examen es realmente poco significativo .... porque el objetivo no es aprobar, sino aprender", me llena de alegría y de esperanza; pero no dejo de pensar en que esto no es así, y que probablemente la forma de subvertir el elitismo y la unidireccionalidad ( profesor - alumno) de la enseñanza universitaria no está siendo efectiva.
Me explico, al tiempo que escribo estas líneas soy consciente de que probablemente usted esté enfadado y decepcionado o , en cualquier caso, este construyendo una opinión sobre mí que mediará de forma determinante en la nota final que usted me pondrá y que no será igual que la de otros compañeros ( no digo que sea mejor ni peor, pero en cualquier caso, distinta) porque no deja de ser usted quien, aunque no lo quiera, decide en último término el destino de nuestras notas que a su vez determinarán nuestras posibilidades académicas de futuro.
Me parece que dado que el sistema es injusto y estoy muy de acuerdo en que las notas no reflejan el esfuerzo y los progresos reales de cada alumno ( cada uno carga a sus espaldas diferencias de clase, culturales, de lenguaje...algunos trabajan, estudian otras cosas...), diferencias que marcan que no todos llegamos en las mismas condiciones y aprendemos al mismo tiempo; resulta muy difcícil escribir con valentía que la nota o el examen es poco significativo. Porque requeriría una entrevista personal con cada alumno, el conocimiento cara a cara y en igualdad de condiciones para poder evaluar justamente; ya que, repito, finalmente seremos evaluados en una relación de poder, que aunque usted quiera equilibrar lo más posible, lo cierto es que no creo que sea totalmente así. Quizás me adelanto a los acontecimientos, quizás le esté prejuzgando del modo en que creo que usted me prejuzgará, quizás desconfíe innecesariamente... pero lo cierto, es que me cuesta pensar de otro modo y espero, sin pensar en la nota final, que mis palabras no le hagan enfadar sino que le hagan pensar en mi lugar, en cómo me encuentro en esta relación frente a usted como alumna que será evaluada.

4 comentarios:

  1. Comprendo tu posición, pero no la comparto, y creo que los hechos hasta hoy -y me pregunto que porque no tienen que seguir siendo así, si hace años que son así- demuestran fehacientemente que no es el temor ni el miedo, ni tampoco el control lo que se persigue por este profesor, y así está dicho desde el primer día,, y es la realidad. Y no es necesario creer. Lo último que yo pediría a un alumno es que creyera: ya hay demasiados dogmas circulando. Pero si es cierto que yo estoy aquí para generar espacios de aprendizaje. Esa, mientras me dejen, es mi tarea, y si alguna vez me lo impiden, protestaré y me iré.

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  2. Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que ha manifestado Silvia. Es verdad, que estamos acostumbrados a un modelo de sistema educativo en el que se priman determinados elementos y se abandonan otros. También es verdad, que por naturaleza somos incrédulos a nuevas formas de educar, porque estamos cansados de que siempre al final, todo acabe igual, pero también digo que nunca me canso de dar oportunidades a lo nuevo.
    En mi opinión, si creo que sea necesario que de vez en cuando el profesor controle. Sabemos todos que no siempre en esta vida todo el mundo hace las cosas porque le apetece, y en ocasiones es necesario, que alguien nos recuerde que a veces, aunque no nos apetezca, hay que hacerlo. Yo no lo veo como un control, sino como una forma de recordarnos, que si estamos en la universidad es porque queremos aprender.
    Creo que hay una parte muy interesante de lo que ha dicho Silvia, y es la entrevista de los alumnos individualizada. No solo para saber lo que se ha aprendido, sino también para saber quién ha aprendido. Creo que humanizar la educación, es algo que todavía no hemos conseguido. Un Saludo!

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  3. Me parece una noble intención; y efectivamente es coherente con ella en el día a día, supongo desde hace años. También estoy de acuerdo, Miguel, en que es necesario el control... como bien has entendido lo que quería manifestar era que no nos olvidásemos de que aunque el propósito sea aprender ( el mejor propósito que se podía tener) la evaluación termina siendo el filtro por el cual una persona decidirá en base a unos criterios cómo fue nuestro aprendizaje... y eso, también resulta significativo y por tanto, debemos entre todos hacerlo lo más 'justo' posible.

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  4. Mi larga experiencia como estudiante me ha permitido darme cuenta de las enormes deficiencias del sistema educativo español (el único que conozco a fondo). En primer lugar, no creo que un número del 0 al 10 pueda resumir la cantidad y calidad de conocimientos adquiridos durante un curso. Me parece una simplificación muy reduccionista y no creo que pueda reflejar lo aprendido. En segundo lugar, la manera de llegar a ese número también deja mucho que desear. La gran mayoría de profesores universitarios que he tenido han utilizado como única vara de medir la nota obtenida en un examen final (o la media de varios parciales). Estoy en contra de los exámenes. Obligan al estudiante a devorar desenfrenadamente los apuntes. Subrayar, esquematizar y memorizar. ¿Para qué? Para olvidar el 80% de lo estudiado apenas un día después del examen.

    El sistema educativo no funciona. Es necesario cambiarlo. Su simpleza incita a hacer trampas, a copiar. Y los honesto, inevitablemente, olvidan la mayor parte de lo aprendido al poco tiempo. Solo unos pocos alumnos realemente adquirirán los conceptos impartidos en la asignatura y los incorporarán a su acervo. Es necesario incitar a que sea la gran mayoría la que se incorppore a ese grupo de personas que de verdad aprovechan los conocimientos que se imparten.

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