viernes, 19 de noviembre de 2010

Frases hechas para momentos críticos

Frases hechas para momentos críticos

Hace unos días, una amiga mía rompió con su novio de toda la vida 8bueno, dos años es mucho tiempo). El chico era un imbécil integral, pero era su imbécil y se quedó bastante hecha polvo. Las amigas estábamos encantadas: la recuperábamos a ella y le perdíamos de vista a él...¿qué más se puede pedir?. No obstante, hicimos un esfuerzo por organizar un café de terapia psicológica en lugar de una fiesta salvaje con boys y nos reunímos en una cafetería a odrecerle nuestro apoyo y a escuchar todas juntas la crónica de la ruptura (aunque cada una la había oído, comentado y diseccionado por separado con la interesada). Y entonces, ocurrió algo insólito: ante las lágrimas de una amiga íntima, tres de las presentes dijeron lo siguiente:
Amiga 1 a la que conoce desde el Colegio: "verás cómo es para bien".
Amiga 2, compañera de clase con la que estudia cada examen en pijama: "estás mejor sin él".
Amiga 3, compañera de clase que no va a clase pero con quien sale de juerga cuando su chico la planta y que la ha visto en situaciones muy comprometidas sin publicar la más mínima insinuación en Facebook (esto ilustra un supremo grado de confianza y lealtad, a mi entender): "HAY MÁS PECES EN EL MAR".
No se cómo, cuando la situación entró en la fase de crísis seria, todas nos convertimos en ratones blancos de laboratorio que corren por un laberinto de frases hechas y tópicos, sin poder expresar lo que de verdad pensamos o sentimos porque, cuando las cosas se ponen feas, no se es sincero, se es políticamente correcto. Me encontré pensando en el funeral de mi abuelo, hace unos años, cuando cientos de desconocidos se acercaban a mi para decirme cosas como "ha sido una gran pérdida" (a mi me lo va a decir, que era su nieta!), "ha sido tan repentino" (bueno, tras cinco años de lucha contra el cancer, quimio, radio, trasplante de médula ósea y dos semanas enganchado a una bomba de morfina, yo no estaba muy sorprendida) o "ahora está en un sitio mejor" (con todos mis respetos hacia las creencias de cada uno, no sabe usted como cuidaba mi abuela a su marido!). Reconozco que hubo una frase original, propia de Huesca: "años de vida" (abreviatura de "años de vida para rezarle y recordarle" que te deséan los oscenses cuando muere un ser querido); pero no deja de ser una frase hecha para el momento del duelo. Yo quería anécdotas de los compañeros de trabajo, o una broma de mal gusto de un amigo cercano, o una crítica sutil de un enemigo, que más da! algo que haga diferente este funeral de otro!. Pero no se puede.
¿Por qué? ¿Por qué en los momentos de emotividad anulamos el raciocinio y recurrimos a la frase hecha? Haabrá quien diga que es por educación, por tradición...yo digo que es por miedo. Miedo a decir lo que piensas de verdad, a ser sincero y herir susceptibilidades, miedo a provocar reacciones adversas en gente que tiene limitada su capacidad social temporalmente. Y no solo en esos momentos, desde que nos levantamos (buenos días), hasta la noche, vivimos en una maraña de frases hechas y convenciones sociales que nos evitan pensar, equivocarnos, herir...es como un air bag para la vida. Por eso, cuando encontramos a alguien poco convencional, que dice lo que piensa, nos atráe inmediatamente...y luego nos repele. Alguien ha visto la serie House? Pues eso.

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