lunes, 29 de noviembre de 2010

PASTILLAS PARA NO SOÑAR

PASTILLAS PARA NO SOÑAR

Si lo que quieres es vivir cien años
no pruebes los licores del placer.
Si eres alérgico a los desengaños
olvídate de esa mujer. 

Compra una máscara antigás,
manténte dentro de la ley.
Si lo que quieres es vivir cien años
haz músculos de cinco a seis.

Y ponte gomina que no te despeine 

el vientecillo de la libertad.
Funda un hogar en el que nunca reine
más rey que la seguridad.
Evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad.
Si lo que quieres es vivir cien años
vacúnate contra el azar.

Deja pasar la tentación
,
dile a esa chica que no llame más
y si protesta el corazón
en la farmacia puedes preguntar:
¿Tiene pastillas para no soñar?

Si quieres ser Matusalén, 

vigila tu colesterol
si tu película es vivir cien años,
no lo hagas nunca sin condón.
Es peligroso que tu piel desnuda
roce otra piel sin esterilizar,
que no se infiltre el virus de la duda
en tu cama matrimonial.

Y si en tus noches falta sal, 

para eso está el televisor.
Si lo que quieres es cumplir cien años
no vivas como vivo yo.


(Estribillo).

Friedrich Nietzsche, cuando percibió que la civilización occidental se movía en dirección al <<último hombre>>, una criatura apática sin grandes pasiones o compromisos, incapaz de soñar, cansada de la vida, que no asume riesgos, que sólo busca su comodidad y seguridad escribió:
<<Un poco de veneno de vez en cuando produce sueños agradables. Y mucho veneno al final, para tener una muerte agradable. La gente continúa trabajando, pues el trabajo es un entretenimiento. Más procura que el entretenimiento no canse. [...] La gente tiene su pequeño placer para el día y su pequeño placer para la noche, pero honra la salud. "Nosotros hemos inventado la felicidad", dicen los últimos hombres, y parpadean>>.
Sabina no es Nietzsche, pero ahí le anda...

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