sábado, 18 de diciembre de 2010

1984

La lectura que escogí fue la novela de George Orwell ,1984, mi elección no se debe a motivos especialmente interesantes, en realidad respondió simplemente a que es una novela con la que yo ya contaba y que además en una ocasión comencé a leer pero por algún motivo que no recuerdo abandoné demasiado pronto.
La trama de novela resulta un tanto compleja, se trata de un futuro (en la época en la que se escribió) diametralmente opuesto al que se conocía. En éste, a causa de diversas guerras, revoluciones y contrarrevoluciones, el mapa geopolítico mundial se había transformado por completo, dando lugar a la creación de tres áreas permanentemente enfrentadas, Oceanía, que comprende el Reino Unido, el continente americano, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África;  Eurasia, compuesta por Europa, Rusia  y el norte de África y Asia Oriental, integrada por China, Japón y  Corea. Además, existe una zona,  alrededor del ecuador en continua punga entre las potencias enfrentadas.
La novela se desarrolla en Oceanía y su protagonista se llama Winston Smith que es un miembro del partido que trabaja en el Ministerio de la Verdad uno de los cuatro ministerios encargados de mantener el orden del régimen.
El sistema del régimen se asienta sobre la base de la adoración de un líder mítico denominado Gran Hermano y del partido. Se trata de un régimen terriblemente represor en el cual las capas más altas de la sociedad, que miembros del partido son constantemente vigiladas a través de micrófonos y telepantallas, están obligados a asistir a actividades colectivas en pro del sistema etc. Se pretende en este sistema que la individualidad sea aplastada y que el grupo sea lo fundamental. Para ello, se recurre a la sistemática propaganda a cualquier hora del día a través de las telepantallas, así como los dos minutos de odio diarios dedicados a repudiar públicamente a la potencia rival. Las instituciones tradicionales, como la familia, quedan desacreditadas y se insta a los individuos a que delaten aquellos a los que se sospeche que puedan estar conspirando contra el Gran Hermano
Winston, a pesar de la incesante falta de libertad con la que cuenta, a través de su trabajo, basado en eliminar las palabras, cifras o discursos dichos en el pasado que en el presente se han cambiado, se plantea su propia impotencia en la lucha contra las consignas del partido, las falacias  vertidas constantemente, y la extraña hipocresía del discurso oficial que niega ya hasta la existencia del pasado.
Winston comienza a escribir en su diario todo aquello que no puede decir abiertamente, escribiendo como dirigiéndose a O´Brian, un compañero del Ministerio de la Verdad del cual intuye que comparte su oposición a este sistema. Mientras tanto, comienza una relación clandestina, puesto que las relaciones que vayan más allá de la reproducción están prohibidas para los miembros del partido, con otra compañera suya, Julia.
A partir de entonces, Winston comienza a vivir, a ser capaz de emitirr las palabras que nunca había podido pronunciar a causa de las restricciones del Gran Hermano y tratando de formar parte de lo que se conoce como la Hermandad, un grupo dirigido por Emmanuel Goldstein, que desde la sombra trata de luchar contra el Ingsoc, la doctrina oficial del sistema de Oceanía.
La lectura de esta novela resulta en ocasiones algo angustiosa, al empatizar con el protagonista.Los mecanismos del Gran Hermao son tan eficaces que logran lo que ningún otro régimen ha cumplido antes, controlar no solo los actos de sus integrantes sino también sus pensamientos y emociones. En el sistema de Oceanía se les priva de sentir cualquier emoción que no sea la del odio hacia el enemigo externo e interno, incluyendo a los miembros de la familia, a los que si es preciso ,habrá que delatar, y el amor exclusivo e incondicional al Gran Hermano.
En la novela se exponen ideas muy interesantes, una de ellas es el hecho de que el sistema de Oceanía tan represor y controlador, es especialmente exigente con los miembros del partido, aquellos individuos bien formados que forman parte de las clases media y alta, mientras que con las clases más bajas, los proles, se permiten cierto margen de libertad, no tienen telepantallas en sus casas, pueden componer familias tradicionales(es decir, con quien se les antoje) etc.  Ello se debe a que consideran que éstos no suponen ninguna amenaza al orden del sistema ya que los consideran tan inmersos en la lotería y en otros asuntos triviales que no se llegan a plantear nada.
Otra de las cosas a destacar es la idea de la guerra como mecanismo económico. En la novela se plantea que el Estado de guerra constante al que están sometidas las tres potencias no se debe a que pretendan realmente vencer al enemigo, sino un equilibrio de poderes, esto es, que siempre se mantengan igual y ello es causa de que la guerra es la forma que tienen para utilizar el excedente productivo [La guerra de ahora]sirve para consumir el sobrante de bienes y ayuda a conservar la atmósfera mental imprescindible para una sociedad jerarquizada(…).En nuestros días no luchan unos contra otros, sino cada grupo dirigente contra sus propios súbditos, y el objeto de la guerra no es conquistar territorio ni defenderlo, sino mantener intacta la estructura de la sociedad. El Estado de Guerra constante supone entonces una paz constante y así cobra sentido uno de los eslóganes del partido: LA GUERRA ES LA PAZ.
La verdadera guerra que se está librando no es una guerra entre potencias sino entre una élite privilegiada que quiere tener el poder sin  más motivación que el poder mismo y para ello ha de mantener la clase inmediatamente inferior justo sometida en todo su ser, que no quepa en ella la menor rebeldía, ni la menor duda de que el Gran Hermano(ser probablemente inexistente) junto con el partido gobiernan para y por ellos, que la Guerra es necesaria y que están infinitamente mejor que en el pasado y que en ningún otro lugar del mundo. Para ello se precisa de toda una serie de mecanismos como son el adoctrinamiento a edades tempranas, el aislamiento de los demás, la desconfianza constante en el prójimo, la revisión continua de que todo lo que se dijo en el pasado se ha cumplido en el presente (para lo que es necesario modificar el pasado) así como lo que denomina Goldstein la oligarquía colectivista, que supone la eliminación de la propiedad privada. Los miembros del partido de Oceanía no tienen más propiedades que las estrictamente necesarias, lo demás es de todos, no poseen nada de forma individual, sin embargo, el partido como colectivo lo posee todo.
En suma, la novela hace reflexionar, aunque deja cierto sabor amargo, quizás sea por su final, o tal vez sea porque el atropello de libertad tan atroz que se ejerce da mucho más miedo que la habitación 101, pero en cualquier caso, es un libro muy recomendable.
http://www.youtube.com/watch?v=lstDdzedgcE

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