viernes, 3 de diciembre de 2010

duele, pero nosotras ardemos…

duele, pero nosotras ardemos…

¿A dónde miran las señorías cuando firman sentencia?
Para el programa de “Música y Realidad Social” quiero compartir esta canción (originalmente un poema) que a mí me pone la piel de gallina cada vez que la escucho. La escribió Alcira, gran amiga y compañera, en una noche de rabia en medio de la lucha por la despenalización del top manta que empezó en verano del 2008. Esa noche, tras horas desmenuzando los entresijos de la “justicia”, intentando ver por donde tirar con los 4 indultos por topmanta con los que se empezó y ver, que  llega un momento en que por muy justo que sea lo que clamas, chocas con esa pared de sinsentido, que estás “vendida” a una estructura absurda…   Desde esa rabia… desde la rabia en la que el sentido común (o que debería serlo) choca con un muro de necedad que se hace norma y sentencia.
Pero esos muros hay que derribarlos, y esta lucha siguió (y sigue) y ganó también batallas… Otra compañera describía así parte de este proceso “Irrumpimos allí donde no se nos esperaba, en espacios para muchos de nosotros desconocidos, extraños y a primera vista alejados de nuestro cotidiano. Allí estaba el desafío, en redibujar esa línea que conecta nuestras vidas con una ley injusta que decide sobre nuestro futuro, que construye una ecuación donde nuestra supervivencia obligatoriamente significa detenciones, calabozos, juicios, cárcel y, para colmo, imposibilidad de regularizar nuestra situación.” (…) “No fue un proceso fácil, porque nos posicionaba frente a muchas contradicciones y a veces nos cansábamos de tener que seguir un ritmo que no es el nuestro, un tiempo
institucional… Pero también durante ese año y medio, en cada uno de esos espacios donde no se nos esperaba, donde decidimos hablar sin que nunca nos dieran la
palabra, hemos ido construyendo alianzas con grupos, colectivos, experiencias de lucha, personas que se acercaron de una forma u otra, y que, igual que nosotros, vieron
que teníamos una oportunidad única con la reforma del código penal y quisieron hacer red, o coordinarse, o participar en algun acto, o a veces simplemente aportar lo
que podían. A todos estos que nos acompañaron durante esta lucha, les queremos dar las gracias…”
Tiempo más tarde, compas del rapeadero del Ferrocarril Clandestino musicalizaron el poema y le pidieron a Alcira que la recitara. Ahí va… mucho más lejos que cualquier mísera sentencia…

Señorías

¿A dónde miran las señorías cuando firman sentencia?/
avanza el golpetazo en la cara del hombre/ las expulsiones, avanzan/ no miran las señorías/ las señorías firman, no miran/
cogen el freno del corazón y le impiden sentir/ las señorías frenan el corazón/ impiden el corazón/ anulan las arterias del corazón y firman sentencia/
avanzan las horas de prisión/ el dolor del encierro/ el miedo del encierro, avanza/ el miedo a la privación de libertad/ el miedo del proceso roto/ del viaje quebrado/
avanzan los tiempos de prisión/ duele la prisión/ duele la reja, al lado de mi mano/ duele la reja al lado de la reja/ dentro de mi cuerpo, todo duele, dice/
¿A dónde miran las señorías cuando firman sentencia?/
cogen el bolígrafo platinado y firman/ duelen sus firmas/ clavan sentencia a golpe de falta de memoria y de razón/
las señorías no fueron más que una mano firmando sentencia desde su barriga/ duele la sentencia/ el dolor del dolor/ a las señorías nunca les hicieron mirar al sur/
les frenaron la mirada/ les dieron un golpetazo en la cara para que no vean los ojos/ sí, les frenaron los ojos de pequeños/ y así es que no ven/
firman, las señorías, firman/ les vendaron los ojos y el corazón/ así es que nunca fueron niños, ni jóvenes, ni inocentes, ni mujeres, ni hombres/ limbos de seres que firman sentencias/
¿A dónde miran las señorías cuando firman sentencia?
firmen señorías/ firmen y firmen/ díganle a sus miedos que firmen/ frente a lo desconocido, firmen/ apúrense que llegan tarde/ firmen/
sus imperativos nos quieren presos/ firmen/ aquí/ en la historia del día a día, ustedes quedan/ todo lo que firmen, queda en las hojas de la historia del día a día/ eso que disparan y nos mata hondo/
pero las señorías no saben que nosotros ardemos/ renacemos ardientemente/ como sonrisas por doquier/ ardientes/ como hijas ardiendo futuro/ muros quemando/ ¿entienden las señorías?/ ardiendo/
renacemos señorías/ corran/ firmen prisiones/ firmen encierros/ claven sus firmas al cuerpo del hombre/ duele, pero nosotros ardemos/
¿A dónde miran las señorías cuando firman sentencia?/
aquí/ al lado del alma/ justo al lado de otras almas/ duele ese dolor que clavan/ el dolor lleva la firma de su señoría/
y descaradamente/ como quien dice viento/ ustedes dicen justicia/ ¿acaso, saben hacer otra cosa, los señores del poder, que firmar statuquo?
Alcira Padín
Agosto de 2008
Para escuchar la canción pincha aquí y luego donde dice: ¿Dónde miran?

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