viernes, 3 de diciembre de 2010

Las paredes tambien hablan

Las paredes tambien hablan

La palabra "graffiti" tiene sus orígenes en la palabra griega graphein que significa escribir. La historia moderna de graffiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, influido por la música hip-hop. Los primeros artistas de graffiti se dedicaban a firmas, y vivían y pintaban en Nueva York.
Uno de los primeras artistas de graffiti firmaba TAKI 183 y fue entrevistado por el New York Times en 1971. Su nombre verdadero era Demetrius y era un joven griego que trabajaba como mensajero en Nueva York. Pintaba su firma en todos los sitios donde entregaba documentos y paquetes. Se hizo famoso y muchos jóvenes empezaron a imitarle y a buscar sitios cada vez más difíciles y llamativos donde dejar su firma. Tal vez el nombre TAKER que se utiliza para los rotuladores gruesas de tinta permanente utilizado por los grafiteros tiene su origen en la primera firma de graffiti conocida, TAKI 183.
Pronto, cientos de jóvenes en Nueva York, especialmente aquellos atraídos por la música rap y hip hop, empezaron a firmar por toda la ciudad, tanto que las autoridades tuvieron que gastar más de $300.000 (es decir 80.000 horas laborables) en la limpieza del metro. El objetivo de estos primeros graffiteros era dejar su firma en el máximo numero de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de graffiteros, según el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más peligroso, más estatus.

El arte y la ley siempre tuvieron sus encontronazos. A pesar de años de mecenazgo y uso (y abuso) de sus técnicas por parte del poder de turno, con fines propagandísticos o meramente contemplativos, el espíritu artístico (el verdadero) siempre ha sido rebelde, indómito, vanguardista. Que la sociedad haya aprendido a aprovecharse de él y torcerlo en su beneficio, es otra historia.
A días de la finalización de ese ritual un tanto snob llamado "Noche de los museos", es interesante notar la cantidad de arte urbano que inunda las calles (o mejor dicho, paredes) de Buenos Aires. Mínimas expresiones a las apuradas o grandes murales multicolores, el Graffiti se derrama por la ciudad, coloreando esquinas grises y alegrando panoramas mustios. Sus perpetradores son jóvenes dinámicos, en su gran mayoríamenores de edad, que encuentran en esto un hobbie, una forma de expresión o hasta un modo de vida.
Algunos sectores de la sociedad están empezando a aceptar el contenido artístico de esta práctica. En ciudades como Rafaela, provincia de Santa Fe, la municipalidad proporciona lugares "libres" para que los graffiteros puedan expresarse con comodidad sin dañar la propiedad priva
"Para mi el graffiti aporta a la cultura. Pintamos para expresarnos, para decorar la ciudad. No la destruimos, la favorecemos. Nadie nos paga por esto, lo hacemos por gusto y por diversión." dice Didier Britos, quien firma como SESS e introduce el punto controversial de esta práctica: ¿esto es arte o vandalismo?
Graffiti:   arte o vandalismo  
http://www.youtube.com/watch?v=I8RS-Kgd0e0

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